Un día una persona amiga , que resultó un maestro, ante mi pedido de una versión para referencia, me obsequió dos CD con diversas interpretaciones de la canción ¨Prelude to a Kiss” compuesta por Duke Ellington.
En uno de ellos hay 15 versiones instrumentales, desde la propia versión del tema por Duke Ellington and his Orchestra del año 1938 y la del año 1945, pasando por interpretaciones como la de Benny Carter and his Orchestra (1945), la de Red Norvo Trio (1950), la de Jackie Gleason (1953), la de Ben Webster with Ralph Burns Orchestra (1954), la versión de Pee Wee Russell (1963), la de Archie Shepp (1965), la de Mal Waldron/Steve Lacy (1986) y llegando a una versión de un coloso del jazz como Sonny Rollins del año 1993.
En el otro CD se hallan versiones vocalizadas del mencionado tema ,como una de Billy Eckstine del año 1947, atravesando versiones como las de Sarah vaughan (1954), June Christy (1955) , Billie Holiday (1955), Johnny Mathis (1956) , Ella Fitzgerald (1956) , Mel Tormé (1957) , Joe Williams (1964) Nancy Wilson (1969),Adelaida Hall (1975) ,para llegar a versiones como la de Lena Horne (1993) , Dee Dee Bridgewater (1996) y Tony Bennett (1999).
Mientras disfrutaba escucharlos en repetidas ocasiones y agradecer oportunamente el acercamiento a tal material, el cual, con mucho afecto, estaba complementado con la inclusión en un hoja del personal que intervinieron en las interpretaciones y la referencia de Lugar y fecha, (de los cuales extraje los datos que transcribí en los párrafos anteriores), me preguntaba cuál sería la gracia de organizar un CD de tal manera.
Evidentemente la posibilidad de escuchar esta variedad de versiones de una canción rescata y potencia una sana virtud en la música que es su diversidad. En dicha diversidad encontramos las distintas “respiraciones”, contextos, grooves, enfoques, afectos, etc., ,en definitiva: las distintas interpretaciones.
Allí quedó el disfrute de aquellas obras hasta que un sábado el mediodía escucho por radio : Zamba de Usted por los Tucu Tucu, dicha zamba fue compuesta por Ariel Ramírez y Félix Luna , experimentando esa mencionada diversidad se me cruzó en mi atención otra versión de esta zamba: la de Carlos Aguirre , la tengo en un CD de tapa color amarillo , publicado en el año 2000, que inmediatamente puse luego de la versión “radial”.
Fue tan agradable e intensa esta mínima práctica que busqué en Internet otras versiones de Zamba de Usted, así llegué a versiones de Raly Barrionuevo, del propio Ariel Ramírez, de la Bruja Salguero, de Los Quilla Huasi (lamento que no se encuentre fácilmente referencias al personal y otros datos de estos registros, tal vez un defecto criollo).
Afortunadamente, reflexionando esta sencilla y maravillosa experiencia me recordó la lección, que creo, intentó instruirme un día una persona amiga al obsequiarme aquellos CDs: a transitar la diversidad musical.
Muy bien, tenemos entonces la contemplación de una amplia diversidad experimentada. Ahora de paso digamos, en el camino, me encuentro leyendo un bello libro de ensayos de Robert L. Stevenson (autor de “La isla del tesoro” y muchas obras) llamado “Memoria para el olvido”, en un momento cita una frase de Walt Whitman (escritor estadounidense) que me llamó la atención: “Usar la mirada desbarata el aprendizaje de todas las épocas”, que para mí rescata la “mirada individual”. Pido permiso para decir que puedo permutar “mirada” por “escucha” y que merecería similar función a la hora de “desbaratar aprendizajes” Esto me incita a pensar en la elaboración de un gusto, un estilo que nos convence, para determinada mirada/escucha individual lo cual seguramente derivará en una elección que nos reforzará esa cota individual evidentemente personal y a la vez posiblemente y recomendablemente compartida en lo colectivo.
Buenos Aires, 28 de marzo de 2016
Damián Karaman
dkaraman@ucom.com.ar
damian@tangotrack.com
