Entrevista a Lorena Di Prinzio: "Siempre tomé al flamenco, como el vocabulario para contar lo que quiero expresar"


Es sin duda, una de las bailaoras, coreógrafas y docentes más prestigiosas de Argentina.

Su mirada profunda esconde el duende que se asoma en su baile. Su fascinación por las danzas españolas comenzó a los 7 años, y ya en su adolescencia descubrió y se enamoró del flamenco, iniciando tempranamente su carrera profesional.

Formó parte del Ballet Al Andalus y participó en los espectáculo “Noche Flamenca”, "Gitanos", "La Casa de Bernarda Alba", "Encantamiento", "Azabache y Luna", "Flamenco-Jazz Amor y locura", "Torrente", "Ay de Mí, Cabaret Flamenco", en el cual da sus primeros pasos como coreógrafa.

Integró el ballet de la zarzuela "Doña Francisquita" en el Teatro Argentino de La Plata y el de la ópera "Carmen" en el Teatro Colón de Buenos Aires.

Impartió clases de Danza Flamenca en la ciudad de Fukuoka (Japón) durante 5 meses y realizó una gira por diferentes ciudades del mismo país con la compañía Latin Dance Carnival. Fue invitada a participar de la Gala de Danza realizada en el Teatro Viganó de Roma (Italia) y bailó en el Tablao Flamenco "El Duende" en la misma ciudad.

Formó la compañía Flamenco Urbano. Su ópera prima "Crash!!! Flamenco de Ruptura" se estrenó en Julio de 2009 en el Centro Cultural Borges con gran éxito de público y excelentes críticas.
Estrenó su espectáculo "Postales de ida y vuelta" en el marco del EFIBA (Encuentro de Flamenco Independiente de Buenos Aires) con gran convocatoria de público, volviéndolo a presentar en el ciclo Almagro Flamenco y en la III Bienal de Flamenco de Buenos Aires.
En 2015 estrenó su tercer espectáculo "Evocaciones. Flamenco de cámara" Una propuesta singular: combina danza española y flamenco mezclando elementos de distintas escuelas, introduce elementos ajenos a estas expresiones como sonidos de la vida cotidiana, fragmentos de textos de Nietzsche y Marco Aurelio en off, una cantante lírica que aborda con ese bagaje las canciones españolas, un vestuario negro con aires contemporáneos. Todo en un formato intimista.

Ingresó en la Compañía de Flamenco del bailaor Adrián Galia con la que realizó el espectáculo "Gigantes del Flamenco" en el Teatro Astral.

Mundus Musica: ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el baile flamenco ¿qué recordás en especial de tus primeros maestros? 

Lorena Di Prinzio: Comencé tomando clases de ballet a los 7 años en una escuela de danzas cercana a mi casa. Antes de mi clase dictaban una clase de danzas españolas, veía a las nenas tocar las castañuelas y quedé fascinada. Al año siguiente tomaba las dos clases. Con el paso del tiempo descubrí el flamenco y me enamoré de él. A los 15 años tomé mi primer curso con un bailaor de España, a los 16 años ya bailaba profesionalmente. Un poco más adelante la bailaora Sibila abre la primera carrera profesional de Danza Española en Argentina y luego de tres intensos años de estudio me recibo de Intérprete Superior de Danza Española con el mejor promedio. A la vez formaba parte de su ballet, el Ballet Al – Ándaluz, otra gran escuela. Trabajamos muchos años juntas y ella siempre me apoyó e incentivó para que comenzara mi carrera solista, como bailaora y como coreógrafa.

Mis primeros maestros fueron fundamentales no solo por la gran base de danza que me dieron sino porque ayudaron a forjar mi carácter, mi disciplina y mi gran amor por la danza en general y el flamenco en particular. Cuando comenzás de tan chica los maestros son guías fundamentales para tomar decisiones en tu estudio y en tu carrera. Tuve la suerte de tener maestros maravillosos por los que conservo un gran cariño.

MM:¿Qué bailaoras eran tus referentes? ¿Hay alguna figura que has admirado más a lo largo de tu carrera? ¿Por qué?LDP: Admiro a muchas pero mi preferida siempre fue y seguirá siendo Eva Yerbabuena. Además de admirar su baile y su creatividad, creo que es una artista que se ha sabido reinventar a través del tiempo. Puede fusionar su baile y hacerlo muy moderno pero nunca pierde la raíz flamenca. Cada vez que la veo en escena me conmueve como el primer día.MM: ¿Cuánto hay de libertad y cuánto de esclavitud en el baile profesional?  

LDP: No lo llamaría esclavitud. Creo que, sobre todo en Argentina, estando tan lejos de España, siendo que el flamenco no es nuestro folklore autóctono y sin contar con el apoyo de ningún tipo de entidad cultural ni gubernamental, dedicarse profesionalmente a bailar flamenco y vivir de ello, es una bendición. Es verdad que todo cuesta el doble porque somos nosotros mismos, los bailarines o los músicos que nos dedicamos a esto, los que tenemos que generar nuestros propios proyectos, autogestionarnos, producir y probablemente trabajemos muchísimas más horas que alguien que tiene un trabajo más convencional pero creo que la recompensa es enorme. Amo lo que hago y puedo ensayar durante horas sin darme cuenta. Bailando es cuando me siento más libre.


MM: ¿Sos partidaria de respetar los códigos tradicionales del baile flamenco aunque sin cerrar la puerta a lo novedoso?. ¿Dónde están los límites a la hora de innovar? 

LDP: Siempre tomé al flamenco, y al resto de las danzas que estudié, como una herramienta, como el vocabulario para contar lo que quiero expresar. Si estoy bailando en un tablao soy super respetuosa de los códigos y estructuras tradicionales. Muchas veces nos subimos al escenario sin ensayar previamente con los músicos, pero si todos sabemos lo que tenemos que hacer, manejamos esos códigos y los respetamos, todo fluye y surge la magia. Esas convenciones, esas estructuras son las que te permiten improvisar y ser libre bailando porque sabés que los músicos van a entenderte y acompañarte. Y eso para mí es lo más sublime que tiene el flamenco, la libertad que te da, la comunión entre cante, baile y guitarra es maravillosa.

Por otro lado, cuando creo mis espectáculos no me limito a ningún tipo de estructura y dejo volar mi imaginación. No me gusta hacer tablao en el escenario. Hay una magia en el tablao que la da la cercanía, el espacio reducido, la improvisación.
El teatro tiene otro tipo de magia y te permite jugar con un montón de herramientas más, escenografía, vestuario, iluminación, etc. En mis espectáculos todo cuenta algo, la música que elijo, los ritmos que quiero transitar, los colores del vestuario, a veces incluso utilizo textos, proyecciones, voces en off. Todas las herramientas que me facilitan la danza, la música y el teatro las pongo al servicio de mi obra, pero creo que para poder innovar primero hay que conocer la raíz, saber mucho, estudiar mucho.
Es verdad que está muy en boga el innovar por innovar y no siempre con los mejores resultados. El año pasado viajé a Sevilla para la Bienal de Flamenco, hubo espectáculos con los que quedé fascinada y otros que me decepcionaron justamente por esto de la innovación sin límite, sin ton ni son. La línea es muy delgada y a veces, el pretender ser muy moderno y distinto no da los mejores resultados.

MM: A raíz de tu experiencia como maestra, directora y coreógrafa ¿En qué se deja traslucir el talento en un bailaor o una bailaora?
 


LDP: Hoy están muy de moda los bailaores virtuosos y son extraordinarias las cosas que les ves hacer, pero si no hay algo de fondo, si no hay contenido, si no entregan su alma en el baile, como espectador te quedás vacío. Creo que el verdadero talento radica en poder contar a través del baile, en conectar con lo que sucede en escena en ese momento. Zapatear muy rápido, bailar muy complejo o dar más de giros no basta si no se transmite algo. Sino el flamenco se convierte en un deporte de alto rendimiento y deja de ser un arte. Con esto no quiero decir que la buena técnica y el entrenamiento no sean fundamentales pero creo que el artista debe buscarse constantemente y no quedarse solo en el virtuosismo.

MM: Como persona implicada en la difusión del flamenco en todo el mundo, imagino que te sentirás muy satisfecha del  reconocimiento por la UNESCO del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. ¿Qué  resultados concretos se esperan de ello?¿Más apoyo para espectáculos? ¿Más estudios? ¿Mayor presencia en los medios de comunicación?

 

LDP: Si, por supuesto, creo que este reconocimiento era necesario y fundamental. A nivel internacional el flamenco es apreciado y valorado cada vez en más países. Surgen alumnos, aficionados y artistas de lugares antes impensados y eso es maravilloso. Hoy se puede disfrutar de buen flamenco en cualquier parte del mundo y cada país le da su sello propio. En nuestro país, no siento que haya dado sus frutos aún. No contamos con ningún tipo de apoyo a nivel gubernamental, ni de entidades culturales. Cuando nos presentamos a subsidios para la creación o divulgación de nuestro arte el porcentaje de espectáculos flamencos seleccionados es mínimo en comparación con otras danzas. Tampoco contamos con un teatro o un ballet nacional de danzas españolas o de flamenco siendo que la cultura hispana está tan arraigada en nuestro país. Sí hay muchos centros españoles que hacen un gran trabajo de divulgación de su cultura pero creo que sería interesante que el flamenco como arte tan completo y ancestral tuviera mayor reconocimiento en Argentina, que pudiera llegar a más personas y que nos fuera más fácil a los que lo representamos aquí la producción y divulgación de nuestras creaciones.


MM: ¿Como percibís el panorama del flamenco en Argentina hoy?

LDP: El flamenco siempre tiene altibajos, hay momentos en los que está muy de moda y otros no tanto. Hoy no está pasando por su momento de mayor auge. Si bien están viniendo muchos artistas de España a mostrar sus espectáculos y dictar cursos, a nivel local cada vez hay menos tablaos y espectáculos de gran envergadura, la proyección laboral para los que están comenzando no es la misma que hace algunos años pero creo que es reflejo de la situación del país en estos momentos.
Sí hay ganas siempre de trabajar, de generar nuevos espacios, de aprender, de enseñar y eso lo mantiene vivo. 

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