De alguna manera, entre los distintas circunstancias en la circulación de la música, -a modo de ejemplo: la ejecución en vivo, la grabación de un registro, la elección de un disco o pistas y muchas otros momentos y lugares- me enfoco en el sencillo momento en que consiste la escucha. La misma está determinada por momentos anímicos diversos que pueden estar acompañados, en el mejor de los casos, por nuestro gusto.
Oportunamente se encontró mi gusto con dos producciones que me despiertan una festiva oscuridad. Emblemas de una gran tradición del rock británico estos registros son los celebrados discos Exile on Main St. (1972) de The Rollings Stones y Physical Grafitti (1975) de Led Zeppelin.
Estas obras se combinan en una imaginaria trenza en la mejor búsqueda de nuevos horizontes musicales (y de otro tipo) desde diversos puntos de partida. A mi parecer esto siempre los relacionó por sobre el uso para la grabación de algunos tracks de Physical del ya mítico The Rolling Stones Mobile Studio. (¿Tal vez también un adelanto simbólico para esta época de “mobiles”?)
Sin muchas intenciones de disecar ambas producciones cito a una persona que me dijo cuando vio una edición en vinilo de Physical Ggraffiti con sus ventanitas opcionales: “Esto tiene que ver con el juego”. Dicho comentario lo conecta con lo lúdico que, de similar manera, evidencia la despojada festividad de Exile on Main St.
Lo antes mencionado me lleva a pensar lo interesante que resulta tener las ediciones en formato físico que posiblemente nos exigen un nivel mayor de tensión en la escucha que una eventual reproducción de tracks en otros formatos. Asimismo, esto nos permite apreciar una integridad conceptual que los artistas pretenden transmitir en su obra.
Se encuentra muchísima información sobre estos discos en distintos medios y formatos. Dicha información alcanza a la descripción de situaciones entre los miembros de las bandas, situaciones con contratos, sobre sexo, sobre excesos. Más allá de estas contingencias, tal vez pertinentes, quiero destacar algo que me resulta atrayente y estimulante. Considero que ambas obras registran un anhelado encuentro; un encuentro con lo que es la mayor influencia para ambas bandas: la música afroamericana y el rock and roll norteamericano. De algún modo fue un definitivo y consagrado encuentro con América, en este caso con Estados Unidos.
Efectivamente supieron conjugar su identidad sonora con una elaboración musical de la raíz generadora mencionada. En esa tradición desparramo algunos grandes nombres como Buddy Guy, Buddy Holly, Muddy Waters, Junior Wells y muchísimos más que invito al lector a “tirar de la piola” y conocer.
Festejo por los discos mencionados inicialmente y me despido mientras escucho un disco que me hace entender que muchos siguieron esa perspectiva de cruces continentales: Derek and the Dominos “Layla and other assorted Love songs”.
El catálogo completo de Pink Floyd estará disponible en vinilo por primera vez en más de dos décadas.
Pink Floyd Records comenzará el re-lanzamiento del catálogo de Pink Floyd en vinilo por primera vez en más de dos décadas. Los primeros cuatro álbumes que serán publicados en junio son: "The Piper at the Gates of Dawn," "A Saucerful of Secrets," la banda de sonido de la película "More" y el set de 2 LP "Ummagumma.". Pink Floyd Records reproducirá el catálogo de vinilo a nivel global con fechas de lanzamientos que se irán anunciando durante todo el año. Mientras tanto, todos los álbumes de Pink Floyd ya estarán disponibles en CD, digital y en las plataformas de streaming en su mayoría.
Con especial cuidado se ha trabajado en replicar los artes originales. La primera serie de lanzamientos, masterizados por James Guthrie, Joel Plante y Bernie Grundman, se realizó en vinilos de 180gr para una calidad de sonido óptima.
Pink Floyd con Syd Barrett, Roger Waters, Rick Wright y Nick Mason irrumpió por primera vez en la escena musical en 1967, con el single "Arnold Layne". Y a pesar de la partida de Syd Barrett, el grupo, que luego incluyó a David Gilmour, grabó algunos de los discos más innovadores y pioneros de la época, que culminó en 1973 con uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos: "The Dark Side Of The Moon." Siguieron numerosos álbumes a nivel mundial número 1, incluyendo "The Wall", "Animals", "Wish You Were Here", "The Final Cut" y el último de 2014, "The Endless River".
Los lanzamientos de Pink Floyd Records serán fabricados y distribuidos por Warner Music para el Reino Unido y Europa y por Sony Music para América del Norte y el resto del mundo.
Max Lousada, Chairman y CEO de Warner Music UK, dijo: "Estamos orgullosos de seguir apoyando a una de las bandas más grandes e influyentes del mundo. Este es un nuevo capítulo emocionante en nuestra relación de todo este tiempo con Pink Floyd y esperamos con atención seguir ayudando en la curación de su remarcable trabajo".
Rob Stringer, Chairman y CEO de Columbia Records (Sony Music) dijo: "Estamos orgullosos de continuar la relación de larga data entre Columbia Records y Pink Floyd en toda América del Norte y más allá. Estamos muy emocionados de trabajar juntos con la banda en su increíble legado musical.".
Gregory Porter lanzará su nuevo trabajo, “Take Me To The Alley” -el cuarto de su carrera- conmemorando la fecha en que en 2014 su disco “Liquid Spirit” ganó el Premio Grammy a mejor CD de jazz vocal. Ese disco convirtió a Porter en el artista de jazz con más descargas de un álbum de todos los tiempos: aproximadamente unos 20 millones.
Porter es un artista atemporal y al mismo tiempo contemporáneo e hijo de su tiempo. Su carrera se solidificó gracias a ser tratado. Como el cantante de jazz con más soul de su generación. Take Me to the Alley es el succesor del extraordinario “Liquid Spirit”, su debut para Blue Note Records.
En su ya asombrosa carrera, Porter ha demostrado una habilidad innata para trascender el jazz y conectarlo con todas las audiencias y lograr un descomunal éxito internacional. “Liquid Spirit” fue disco de Platino en Reino Unido, Alemania, Francia y Austria. En EE. UU. Porter hizo sus primera apariciones públicas en The Tonight Show y Jimmy Kimmel Live, mientras que al mismo tiempo las revistas SQUIRE y NPR Music lo declaraban “La mayor voz de jazz de America”.
Para publicar este nuevo disco, Porter ha contado -como es habitual en él- con el productor Kamau Kennyata, con el que trabaja desde mediados de los años ’90. Su gira actual lo llevará a visitar distintos puntos de Norteamérica y Europa durante los próximos meses.
Gabriel reúne en su carrera profesional las facetas de músico, cantante, compositor, arreglador y productor musical.
La Orquesta Lírica Popular dirigida por el músico y cantante Gabriel
Mores le rendirá un tributo al maestro Mariano Mores a un mes de su
fallecimiento, el próximo sábado a las 20 en la Sala Sinfónica del CCK
(Sarmiento 151, Ciudad de Buenos Aires) con entrada gratuita.
El concierto se desarrollará dentro del ciclo "Música Popular en Grandes
Formatos" y en esta oportunidad el nieto de Mores, Gabriel, al frente
de la Orquesta Lírica Popular, recreará clásicos de la talla de
“Tanguera”, “Cuartito azul”, “Cafetín de Buenos Aires”, “El firulete”,
“Uno”, “Adiós, pampa mía” y “Taquito militar”, entre otros históricos
arreglos de Martín Darré interpretados por una orquesta de 60 músicos.
La entrañable sonoridad de esta orquesta será recreada por Gabriel Mores
(piano, revisión y dirección musical), Alejandro Bruschini (bandoneón),
Juan Scaffino (violín), Jorge Orlando (batería), Eduardo Lettera
(contrabajo) y Ado Falasca (piano), integrantes todos ellos de su
sexteto histórico.
Gabriel (hijo del recordado Nito y Claudia Mores), reúne en su carrera
profesional las facetas de músico, cantante, compositor, arreglador y
productor musical.
El ciclo continuará durante mayo con las actuaciones de Nini Flores,
quinteto más orquesta (sábado 21) y Boris Big Band (28).
Juan Falú, artista fundamental de la música popular, concretará el
sábado desde las 21 en la sala porteña del ND Teatro (Paraguay 918) la
presentación de su más reciente disco “Como el aire”.
Desde las seis cuerdas de una guitarra con la que dialoga como pocos, el
compositor tucumano volcó en la placa la decisión de ponerse al día con
su propia obra.
“Me puse en el brete de no seguir cajoneando composiciones, sin ninguna
otra pretensión que la de dejar un registro de lo que voy haciendo. Un
disco es un paso testimonial de uno”, deslizó el músico durante una
entrevista con Télam.
Para cumplir con ese cometido, el inquieto gestor cultural registró
varios estrenos como "La madera" -con texto de Lina Avellaneda-, "Ya me
voy," "Ayer es siempre", "Zamba del cantor" -con palabras de Marcela
Neme y dedicado a Lucho Hoyos-, y "Pequeño vals para Lilián", dedicado a
su colega y amiga Lilián Saba.
En ese repertorio con un total de 20 estaciones, también destacan “Como
el aire” (zamba dedicada a su coprovinciano Juan Quintero que compuso
junto a Rubèn Cruz), el choro “Natrilha dos choroes”, y la "Vidalita del
amigo" y la chacarera "Memoria Esquina Recuerdo", ambas de su fallecido
compañero Pepe Núñez.
El álbum contiene piezas instrumentales y cantadas que destilan un
amplio abanico rítmico que va del vals a la chacarera, de la cueca a la
zamba o del gato al choro y en el que toman protagónica parte Florencia
Bernales en canto y Bárbara Streger en flauta.
Desde su intensa y fecunda labor artística, docente y organizativa (es
responsable de “Guitarras del Mundo” y del ciclo de música popular del
Fondo Nacional de las Artes, entre otras labores), Falú se erigió en un
referente para los músicos jóvenes, algo que vive con orgullo y
naturalidad.
"Es muy placentero que se haya dado así y también termina siendo algo
natural, ya sea desde la docencia y desde la relación de músicos con
otros músicos. No estoy tomando en cuenta que pertenezco a otra
generación, nos iguala la música y el modo vivirla y de valorarla hace
que sea natural, cuando tomo conciencia me lo tomo orgulloso, pero en
general lo vivo como algo cotidiano", comentó al respecto.
El pianista habla de su nuevo disco, Relojeros (ya no quedan), en el que indaga en los márgenes del jazz y su encuentro con el rock
El estilo personal que, desde hace casi dos décadas, cultiva el pianista Ernesto Jodos conjuga el lenguaje del jazz con la exploración de sus márgenes, permaneciendo en una fina oscilación entre la tradición y la vanguardia. En más de una docena de discos con diversas formaciones, trabaja sobre un repertorio en el que se alternan las versiones propias de música ajena (mayormente standards) con numerosas composiciones de su autoría. En todos los casos, la improvisación ocupa un lugar central que incorpora en las obras escritas la dimensión de lo espontáneo.
El disco Relojeros (ya no quedan), recientemente editado por el sello rosarino BlueArt Records, deja registro del cuarteto que integra junto con el baterista Sergio Verdinelli, el contrabajista español Javier Moreno y el saxofonista Rodrigo Domínguez. Los cuatro músicos se reparten la autoría de los temas, a la vez que intercambian sus roles como improvisadores. "Es música de los cuatro tocada por los cuatro", dice Jodos.
-¿Cómo funciona la dinámica del cuarteto?
-Los cuatro tenemos influencias similares que se traducen en una visión estética compartida, la cual da lugar a una interacción fluida entre nosotros y permite que surjan armonías y ritmos bastante abiertos. En el caso de Verdinelli y Domínguez, son muchos años de tocar juntos en los que llegamos a establecer un lenguaje común. Por decirlo callejeramente, ya nos conocemos las mañas. Y Javier (Moreno), con quien tenemos menos experiencia tocando juntos, abre caminos por los que no estamos acostumbrados a ir.
El disco incluye un tema de Moreno basado en las canciones folklóricas del compositor italiano Luciano Berio. La música clásica convive, en Relojeros (ya no quedan), con otras influencias exteriores al jazz, como en el tema "Rock", de Domínguez, en el que este género hace su aparición de manera más evidente.
-¿Qué elementos del rock tienen la potencialidad de ser explotados jazzísticamente?
-Hay una manera de sentir el ritmo que es distinta de la idea de swing feel del jazz, que no es latina tampoco ni viene del free, sino que es propia del groove del rock. Tiene un carácter frontal, más repetitivo y binario, que funciona como una base relativamente estable. Es algo que está presente en los grupos de Miles Davis de fines de los 60 y principios de los 70, en los que se nota la influencia de Jimi Hendrix o del funk de Sly & The Family Stone. Por una cuestión generacional, es natural que aparezca el rock en un contexto en el que las influencias de cada uno pueden circular con cierta libertad. Por otro lado, que esté Verdinelli es una garantía de que eso puede funcionar. Cuando lo ves tocar con Spinetta o Fito Páez te das cuenta de que no es un baterista de jazz que trabaje tocando rock, sino que es capaz de manejarse en los dos mundos de manera genuina.
-¿En qué medida hay lugar, en tu música, para la experimentación?
-Me interesa cierta idea de espontaneidad y la búsqueda de algunas sonoridades, pero no me considero un músico extremo. Trato de que la experimentación conduzca hacia una forma clara, porque creo que cuando una improvisación queda grabada, empieza a ser una composición, la escucha repetida la transforma en una partitura. Los músicos experimentales más radicales descartan a priori muchas cosas. En lo personal, trato de no ponerme tantos "no". Soy un pianista de jazz y tengo un lazo con esa tradición que no necesito abandonar.
-¿Qué música escuchaste recientemente?
-Estuve escuchando mucho al trompetista canadiense-británico Kenny Wheeler. Cuando me intereso por un músico, trato de escuchar toda su obra. Y, más que los discos tardíos, me interesan los primeros, donde se ve con claridad lo derivativo de su estilo. En ellos, se puede apreciar cómo van apareciendo algunos elementos que, en la madurez, van a ser los rasgos más personales. Es algo que puede apreciarse en Andrew Hill o en Keith Jarrett. Esta manera de escuchar me permite, también, estar atento a cómo se da ese proceso en mi propio trabajo. Es una escucha activa, una escucha de músico. En la actualidad, un grave problema que encuentro en los estudiantes de música es que no se sientan a escuchar un disco. No me parece grave escuchar temas sueltos, pero sí estoy en contra de escucharlos una sola vez, especialmente si uno pretende aprender algo de esas grabaciones.
-En tu manera de tocar, la espontaneidad convive con un modo más cerebral de abordar el instrumento. -Lo cerebral también puede ser espontáneo, pero el momento de mayor reflexión tiene lugar antes de la improvisación, porque si no llegás tarde. Por mencionar un caso, Charlie Parker no hubiera podido tocar algo tan novedoso para su época sin una reflexión previa. Se nota cuando un músico tiene ese tipo de reflexión, y me interesa tenerla.
-¿Cómo definirías tu música?
-Hago música improvisada con una base muy fuerte en el jazz, en un sentido amplio del término que incluye una manera específica de interacción entre los músicos y la posibilidad de abrirse hacia otras influencias. Y trato, dentro de eso, de expresar alguna idea personal.
La vocalista Silvia Iriondo lanzará el miércoles a
las 21 en Bebop Club, un ciclo titulado "La canción argentina" donde al
frente de su cuarteto y alternadamente acompañada por Machi Rufino,
Ignacio Montoya Carlotto y Jorge Fandermole, propondrá lo que presentó
como "mundos diversos de la canción que permitan pensarla como una
verdad en sí misma".
"La idea es compartir con amigos queridos lo que cada uno en lo suyo fue
desarrollando para el universo de la canción que, más allá de los
géneros y de los estilos, es un lugar que despierta y abre puertas",
resaltó Iriondo durante una entrevista con Télam.
Las tres funciones de "La canción argentina" en la sala subterránea de
Moreno 364, reunirán a la intérprete y sus músicos (el pianista Federico
Arreseygor, el contrabajista Horacio "Mono" Hurtado y el percusionista
Fernando Bruno) con Rufino (el 11), Montoya Carlotto (el 18) y
Fandermole (el 25).
Silvia aseguró que "de alguna manera me nutro de estos tres artistas que
me conmueven y me despiertan. Son músicos de consulta que me movilizan y
que viniendo desde vertientes distintas, aportan al mundo de la
canción".
Puesta a presentar a cada uno de sus invitados, apuntó que "Machi
acompañó buena parte de la obra de Spinetta y aunque viene de otro
género, acerca canciones de una profundidad indudable que aportan a esa
verdad o a unas preguntas que no tienen por qué ser las mismas".
Y sobre los otros dos encuentros adelantó que "con Ignacio haremos la
milonga 'Los hermanos', de Atahualpa Yupanqui, y temas de su nuevo disco
'Sep7eto' que es precioso y con Fander vamos a hacer cosas de su obra".
Para devolver las invitaciones cursadas, los invitados accedieron a
revelarle a esta agencia qué los motivó a aceptar el viaje al espíritu
de "La canción argentina".
Rufino sostuvo que "la propuesta es muy interesante porque nos permitirá
cruzar de vereda por algún momento entre mi música y el folclore",
mientras que Montoya Carlotto destacó que "volver a juntarnos me permite
reencontrarme con la personal idea interpretativa de Silvia" y
Fandermole también ponderó a la anfitriona "por ser una cantora delicada
y profunda capaz de una expresión singular".
Las funciones completarán su tránsito con las visitas que la artista
hará a una discografía integrada por siete álbumes y cuyo más reciente
gesto fue "Anónima" (2014).
-T: ¿Cómo resuena en vos presentar estos repertorios en este momento?
-I: En un punto le da un sentido más fuerte a la acción de estar y abrir
puertas y ventanas. El arte tiene mucho para decir, para contestar y
para reflexionar en pos de que podamos pensar juntos sin tener como meta
una utilidad inmediata. Por qué y para qué, en momentos de tanta
inquietud como éste, las cosas que no parecen de primera necesidad te
enriquecen y te muestran qué tenés para decir para así no quedar
reducido al número de la inflación.
-T: ¿Te seguís interrogando acerca de la función del arte?
-I: Claro. Aunque pareciera que hablar de lo cultural es un lujo, el
arte siempre tiene que estar preguntando y por eso no creo en la cultura
oficial y tiene que tener siempre una postura contestataria que no
puede ser partidaria sino que debe preguntarse por la vida, por la
existencia, por los valores, por los rumbos.
-T: ¿Y cuál creés que tiene que ser la función del Estado en esa apuesta?
-I: No creo en el arte oficial, pero sí que el Estado tiene que proveer y
facilitar que cada uno de sus hijos pueda desarrollarse en plenitud y
defendernos de una penetración cultural muy grande que confunde el
entretenimiento con la cultura.
-T: ¿Es difícil correrse de la tentación mediática?
-I: A veces uno padece estas decisiones porque camina por una orilla no
muy transitada que es la que no suelen andar los que pertenecen, pero
hay que tener un poco de paciencia porque, finalmente, se va viendo un
camino que le da sentido a todo. Hay que encontrar el ropaje justo para
vestir y no andar disfrazándote con máscara ajena y con la certeza de
que las obras se dan en la continuidad.
Subastarán instrumentos firmados y decorados por Charly García y Fito Páez, entre otros. Lo recaudado será donado al hospital.
¿Qué
coleccionista melómano no soñó con tener en su casa una guitarra pintada
por Charly o Fito? ¿O un bajo con la firma de Zeta Bosio o Pedro
Aznar? A propósito de su vigésimo aniversario, Hard Rock Café
Buenos Aires compró veinte guitarras y bajos con un objetivo final
superior: la construcción de un vacunatorio para el Hospital Garrahan,
la institución pediátrica de alta complejidad. Y, con un fin totalmente
benéfico, pondrá los intrumentos a la venta, pero con un detalle
particular.
No es la primera vez que el rock colabora con causas
solidarias. Lo raro, en este caso, es que los artistas convocados no lo
harán tocando ni cantando en algún recital a beneficio. La
cadena internacional de bares convocó a veinte figuras referentes del
rock nacional para que intervengan artísticamente esos instrumentos con
el fin de venderlos y destinar el total de la recaudación a la
Fundación Garrahan. Las guitarras y bajos estarán a disposición para ser
adquiridos a través de una donación directa a la fundación del
hospital.
Cada
instrumento se venderá a partir de un valor fijo estipulado en 50
mil pesos, con el objetivo de reunir la cifra final de un millón de
pesos. El comprador colabora primordialmente con la causa y no conoce al autor de la guitarra o bajo que adquirirá. Se enterará en la etapa final del sorteo de instrumentos que se realizará entre los veinte compradores.
Charly
García, Moris, León Gieco, Litto Nebbia, Fito Páez, Los Fabulosos
Cadillacs, Pedro Aznar, Hilda Lizarazu, Celeste Carballo, Fabiana
Cantilo, Richard Coleman, Zeta Bosio, Luciano Napolitano, David Lebón,
Juanse, Miranda!, Virus, Catupecu Machu, Illya Kuryaki and the
Valderramas y Walter Giardino se sumaron solidariamente a la iniciativa.
Las
guitarras y bajos intervenidos -entre ellas, Stratocasters de Dante
Spinetta y Emmanuel Horvilleur, Lito Nebbia o la de Charly con la famosa
estampa “Say no more”- estarán a la venta desde hoy a través de Fundación Garrahan.
Quien adquiera el instrumento podrá participar de un cóctel-show donde
se exhibirán las guitarras y se proyectará el backstage de esta acción
colectiva.
La iniciativa, titulada 20 años, 20 guitarras, 20
músicos argentinos forma parte de los festejos centrales del Hard Rock
Café Buenos Aires, el primero de América Latina, fundado en 1995.
Cinco años pasaron desde que Radiohead editaba su disco The King of Limbs, un álbum de solo ocho canciones que no le hacía justicia a su predecesor, el memorable In Rainbows. Luego de tanto tiempo de espera, la banda finalmente editó A Moon Shaped Pool, su noveno trabajo, que ya se encuentra disponible en formato digital, mientras que para adquirirlo en formato físico habrá que esperar hasta el 17 de junio.
Antes de la salida del disco, la banda había desaparecido de Internet momentáneamente, con su cuenta de Twitter, fanpage de Facebook y sitio oficial totalmente en blanco y sin contenido disponible. Días más tarde, salió el corte "Burn The Witch", con un video realizado con la técnica stop motion de esa canción que la banda viene trabajando desde la era Hail to the Thief. Asimismo, el viernes el grupo dio a conocer su flamante tema "Daydreaming" con un video dirigido por el cineasta Paul Thomas Anderson, que forma parte de este esperado disco con el que Thom Yorke, Phil Selway, Jonny Greenwood, Ed O'Brien y Colin Greenwood saldrán de gira por Europa, Estados Unidos y México.
El 11 de mayo se cumplen 35 años de la muerte de Bob Marley, y su hijo británico llega por primera vez a Buenos Aires para homenajearlo este jueves 5 en el Luna Park junto a los Wailers originales. La banda invitada será BlackDali, del ex Kameleba Darío Alturría.
Julian Marley es el décimo hijo de Bob. Nació en Inglaterra a partir del romance del Rey del Reggae con Lucy Pounder, una mujer nacida en Barbados. Pasó su adolescencia en Jamaica donde aprendió del género de la mano de sus hermanos Ziggy, Stephen, Damian y Ky-Mani en Kingston, así como de los músicos de los Wailers que acompañaron a su padre: Earl Lindo, Tyrone Downie y los hermanos Aston y Carlton Barrett. En la víspera del 35° aniversario -se cumplirán el 11 de mayo- de la partida Robert Nesta, se presentará por primera vez en Buenos Aires este jueves 5 de mayo para tocar en el Luna Park en lo que denominaron The Wailers Band Reunion, con la participación de "FamilyMan" Barret y su hijo Aston -baterista como el tío Carlton que murió con dos balas en la cabeza en Kingston-, y los originales Downie, Glen Da Costa y Donald Kinsey.
"Vamos a hacer un mix de las canciones de mi padre con la música de los Wailers, y también algunas de las mías. La música de mi padre fue la primera que escuché en la vida. La primera que me interesó. Quería ser eso que él había vivido, ser músico, seguir sus pasos. Los Wailers fueron mis maestros y ahora tengo la oportunidad de tocar con ellos, ya no es sólo sentarme y verlos tocar. Es una experiencia grandiosa. Los conozco mucho, ya he tocado con ellos. Es como un encuentro familiar para mí, como tocar con mis tíos", comienza Ju-Ju desde Miami, donde se encuentra grabando un nuevo disco en clave remix durante la semana previa al show.
Eras un niño de apenas 5 años cuando falleció Bob, ¿tenés recuerdos suyos en vida con vos?
No mucho, realmente. Una imagen es estar acompañándolo en el backstage de un concierto en el Crystal Palace de Londres en 1980, cuando estaba haciendo su última gira mundial presentando Uprising, -que también sería el último disco que editó en vida, luego vendría Confrontation, su álbum póstumo-. Era muy niño, son memorias pequeñas. Aún así, creo que muchas veces podemos sentir la energía de las personas. No sabría cómo explicártelo, pero somos parte de nuestros padres. Pensamos de forma similar. Pienso que él sentiría las mismas cosas que yo siento hoy, y a la vez yo siento que la energía de mi padre vive dentro mío, más allá de las historias. Es algo que habita en lo más profundo. Por supuesto, también he visto muchas de las entrevistas que le hicieron, y su palabra es suficiente para poder comprenderlo.
¿Cuáles fueron las principales lecciones que tomaste de él para tu vida y tu carrera?
La lección que nos dejó nuestro padre es que él era un hombre rasta. Esa cultura fue su legado. Le agradezco por habernos permitido crecer cultivando pensamientos positivos, que luego nos ayudaron a darle un mensaje positivo a nuestra música. Mi misión es cultivar sus palabras.
Londres y Kingston son mundos totalmente diferentes, que incluso podrían verse como antagónicos siendo que a uno le tocó ser el imperio y al otro la colonia. ¿Qué aprendiste de cada uno de tus hogares?
Que no importa dónde sea que vayas, tenés que ser vos mismo. Más allá de que haya nacido en Inglaterra, he tenido maestros alrededor del mundo. En Jamaica o en otras culturas. Pero fue lo que aprendí en Jamaica lo que me hizo el hombre que soy hoy.
¿Qué significa ser un rasta en este tiempo? ¿Qué es Babilonia hoy?
Ayer, hoy y mañana, ser un rasta es ser un hombre de Dios. Es llevar las enseñanzas ancestrales de la biblia y nuestras tradiciones a este nuevo tiempo. También Babilonia sigue siendo lo mismo que fue ayer. Obviamente, el desarrollo tecnológico hace que surjan nuevas formas de dominación que bombardean a todos los países del mundo. Pero, básicamente, Babilonia es confusión. Busca confundirnos cada vez más. En ese sentido, el mensaje del rastaman es que te pongas de pie, firme, orgulloso, sosteniendo una idea de amor y unidad. Babilonia no es amor, es confusión.
Una de las principales causas que sostenés con tu música es la de la legalización de la marihuana. ¿Qué representa la planta en tu vida?
Para mí es tan natural como tomar un mango o una naranja del árbol. Así como otras personas lo hacen con el tabaco. Es una creación del propio Dios en la naturaleza, y si uno le encuentra un uso para eso está. Es una ofrenda de Jah (Dios), y nadie debería cuestionar la creación divina, porque todo lo que Dios creó es en beneficio del ser humano y su vida en la tierra. Al ser un regalo de Dios, es él quien responde todas mis preguntas.
En esta oportunidad venís con tus "tíos", ¿cuando vienen todos los hermanos Marley juntos?
Ya viajaremos con todos mis hermanos y tocaremos un poco de buena música allí. Tenemos una muy buena relación. Todo tiene que ver con el amor. Como te decía, sólo se trata de ser uno mismo y dejar que esa buena vibración explote y esa energía positiva crezca. Este es el tiempo de nuestra vida para ser más positivos que nunca. En la familia cada uno de nosotros tiene su sabor especial. El mío podrías llamarlo "modern roots". Es partir desde las raíces, para hacer una música actual. Suena como la música de hoy, pero con el alma de ayer, para mantenerla viva. Hoy el reggae se nutre de muchas cosas, y la inspiración puede llegar desde lugares muy lejanos.
Hoy el dancehall es el género más popular en Jamaica, ¿cómo ves esa escena?
Es cierto, hay mucho dancehall. Yo soy fan de ese género también. Soy fanático de la música reggae en general y es un género que veo crecer día a día alrededor del mundo. Cada día se pone mejor, cada día es más fuerte. Como un renacimiento. Veo un nuevo comienzo para el reggae.
El show comenzará a partir de las 20, como anfitrión estará el ex Kameleba, Darío Alturria, presentando su nuevo proyecto: BlackDali & BrigadistakEtiope. Luego será el turno de The The Wailers Band Reunion, con los siguientes músicos en escena.
- Aston ‘FamilyMan’ Barrett en bajo (miembro original de The Wailers desde 1968),
- Tyrone Downie en teclados (miembro original de The Wailers desde 1976)
- Glen Da Costa en saxo (miembro original de The Wailers desde 1972)
- Donald Kinsey en guitarra (reconocido guitarrista y productor de grandes bandas de reggae, como Bob Marley, Peter Tosh, Alpha Blondy, Dennis Brown, Lee Perry, Gregory Issacs, entre otros)
- Owen Reid en guitarra
- Aston Barrett Jr. en batería.
- Julian Marley en voz
- Dennis Thompson, el ingeniero de sonido (miembro original de The Wailers, e ingeniero de sonido de la última gira de Bob Marley en 1980 en Inglaterra).
La mítica banda encabezada por Ozzy Osbourne se volvió a juntar para una gira despedida que culminará en el país. Black Sabbath se presentará por última vez en la Argentina el 24 de noviembre en el Estadio Orfeo Superdomo de Córdoba y el 26 del mismo mes en el Estadio de Velez Sarsfield, en el marco de “The End Tour”, gira que marca la despedida definitiva del grupo.
El conjunto integrado por Ozzy Osbourne, el guitarrista Tony Iommi y el bajista Geezer Butler regresará al país en donde estuvo por última vez en octubre de 2013, en el Estadio Único de La Plata.
La gira despedida de Black Sabbath comenzó el pasado 20 de enero y prevé actuaciones en los cinco continentes, en una recorrida por sus cinco décadas de historia, desde la publicación de su influyente disco debut de 1970, que llevaba el nombre de la banda.
La agrupación formada en Birmingham contará con Rival Sons como grupo invitado en sus shows en el país.
Cabe recordar que el grupo no cuenta desde hace varios años con los servicios de su baterista original, Bill Ward, lugar que desde 2012 ocupa Tommy Clufetos.
Black Sabbath es considerada la banda fundacional del heavy metal mundial, a partir del sonido de guitarra logrado por Iommi, debido a un accidente en un dedo que lo obligó a usar un suplemento de metal.
Por otra parte, se trató del primer grupo en recurrir a toda una iconografía tomada de las películas de terror, que se convertiría en una constante del género.
A finales de los '70, el grupo despidió a Osbourne a raíz de sus problemas con las drogas y contrató a Ronnie James Dio como cantante.
En los últimos años, el conjunto inició una nueva y última etapa en su carrera con el regreso del histórico cantante.
Fuente: TÉLAM
Este sábado, en el hotel Arakur, con un recital de Miguel Ángel Estrella, comenzó Otoño Clásico, un ciclo de diez conciertos que, de algún modo, viene a suplir al Festival Internacional de Ushuaia, cuya duodécima edición debería haber tenido lugar en este tiempo pero que, según se ha informado, se pospuso hasta la primavera. Para no dejar al espacio y al aire sureños sin sonidos, el mismo hotel donde el festival ha tenido lugar en sus últimas ediciones, decidió convocar a buenos músicos para conformar un ciclo de diez conciertos, en seis fines de semana sucesivos, especialmente pensado para los habitantes de la ciudad más austral del planeta.
Según su costumbre, Estrella, micrófono en mano, se explayó largamente sobre las obras programadas tanto a partir de sus propias impresiones e interpretaciones como de relatos y comentarios que sobre ellas le hicieron públicos que, habitualmente, no tienen contacto con la música clásica y que se enfrentaban a ellas por primera vez. Con este formato, Estrella, con un lenguaje llano y en las antípodas de cualquier formalidad, logra concitar la atención, establecer un contacto muy peculiar y generar expectativas. La respuesta se pudo comprobar en el final. Luego de haber tocado dos obras mozartianas y la Sonata para piano en si menor, de Liszt, los fueguinos, de pie, muy emocionados y sinceramente agradecidos, le tributaron una larga ovación.
Después de Miguel Ángel Estrella, siempre a razón de un artista o ensamble por fin de semana y hasta el 4 de junio, el Otoño Clásico continuará con Ralph Votapek, el Trío Clásico de Buenos Aires, integrado por Oleg Pishenin, Leandro Kyrkiris y Cristina Filoso, el dúo de violín y piano de Lucía Luque y Fabricio Rovasio, los cantantes Daniela Tabernig, Guadalupe Barrientos, Nazareth Aufe y Ernesto Bauer, quienes, acompañados en el piano por Iván Rutkauskas, ofrecerán una gala lírica, y por último, el Coro Polifónico Nacional de Ciegos Carlos Larumbe.
Si bien hay paquetes turísticos para quienes quieran llegar hasta Ushuaia y ver de qué se trata, Otoño Clásico está concebido para los vecinos de la ciudad. Hasta tal punto que, por fuera de las presentaciones en el Arakur, la mayoría de los artistas mencionados se han comprometido a ofrecer, además, conciertos gratuitos y clases magistrales en diferentes centros comunitarios de la ciudad. Este nuevo emprendimiento musical, además, viene a confirmar una realidad muchas veces olvidada: en todo el país hay grandes eventos de música clásica. Como siempre y cada vez más.
El cantautor santiagueño Peteco Carabajal junto a su hijo Homero Carpena Carabajal y la cantora Anabella Zoch llevarán a partir de mañana su proyecto artístico musical "Chakarera" (en quichua) en un tour europeo que recalará en la sala Galileo Galilei de Madrid, España.
El cantautor santiagueño Peteco Carabajal junto a u hijo Homero Carpena Carabajal y la cantora Anabella Zoch llevarán a partir de mañana su proyecto artístico musical "Chakarera" (en quichua) en un tour europeo que recalará en la sala Galileo Galilei de Madrid, España.
"Chakarera" busca fomentar el ritmo santiagueño como patrimonio cultural inmaterial de la Argentina con un referente del género como Peteco Carabajal, junto a la voz de Anabella Zoch, la sabia joven de Homero Carpena Carabajal y la producción general de Valeria Martino.
El espectáculo recorre la obra de Peteco con éxitos de la talla de "Borrando fronteras", "Como pájaros en el aire", "Canción del brujito", "La estrella azul" y "Perfume de carnaval", entre otras, donde no faltarán las nuevas canciones y algún tango.
Los conciertos previstos en el tour europeo continuarán en La Tertulia en Granada (jueves), X Festival Internacional de Tango, Almería (viernes y sábado), Jarité Espai Obert, Valencia (domingo 8 y lunes 9), Orfep Martinenc, Barcelona (11), Tiverton, UK Inglaterra (13), Fania Live, Viena, Austria (15), Tango Connection, Munich, Alemania (16), Centro Culturale Artemia, Roma, Italia (18), Maison L'Argentine, París, Francia (19), Academia del Tango, Amsterdam, Holanda (21) y Verdens Centret Kultur, Copenhague, Dinamarca (22).
Neil Young, Paul Simon, Elvis Costello, Ellis Marsalis y otros grandes artistas pasaron el fin de semana por un encuentro en el que conviven distintos géneros.
Entre los nombres que pasaron por el festival el primer fin de semana,
entre el 24 y el 26 de abril, sobresalen los de Pearl Jam, Red Hot Chili
Peppers, Herbie Hancock y Wayne Shorter, John Mayall, Van Morrison y
Maxwell.
Cuando en 1969 a un grupo de inquietos vecinos de New Orleans se les ocurrió que la ciudad debía tener un festival que honrase su condición de sede fundacional del jazz, seguramente no imaginaban que 46 años después, la idea se habría convertido en uno de los grandes acontecimientos de la región, que reúne año a año en el Fair Grounds Race Course a varios de los más importantes nombres del género y sus derivados.
Pero lo cierto es que con Neil Young, Paul Simon, Ellis Marsalis, Dr. John, Nicholas Payton, Elvis Costello, The Morning Jacket y la ascendente TTB (Tedeschi Trucks Band) entre otras figuras que pasaron por alguno de sus 12 escenarios entre el jueves y el domingo, la edición 2016 del New Orleans Jazz & Heritage Festival merece un lugar en el podio de los encuentros musicales del año. Tan sólo el set de más de dos horas de Young, debajo de una lluvia que signó el desarrollo de tres de las cuatro jornadas, alcanzaría para ubicarlo allí.
Apoyado en la potencia de The Promise of Real, la joven banda de Lukas y Micah Nelson, con 70 años sobre sus espaldas, el músico canadiense dio una clase magistral del más puro rock de guitarras rústicas, y se internó en las más profundas búsquedas sonoras. El canadiense apenas necesitó de ocho títulos para desplegar su arsenal de recursos, de la densidad de Cortez the Killer y Love and Only Love a la celebración de Rockin’ in the Free World, coreada por un público tan devoto como el que dos días antes había hecho lo propio con la coda de The Boxer, preludio del cierre del show de Paul Simon, con The Sound of Silence interviniendo el conmovedor silencio de la multitud.
Apenas dos de los momentos más relevantes de un programa que incluyó tributos a B. B. King y a Allen Toussaint. Ambos sostenidos por las que fueron sus bandas, y engalanados por las voces de Irma Thomas, Walter "Wolfman" Washington, Tab Benoit y Bonnie Raitt, el primero; por las de Aaron y Cyril Neville y el trío vocal ELS, el segundo; y por la de Dr. John, los dos.
Fue precisamente este último quien el día anterior había marcado el fin anticipado de una jornada interrumpida por una tormenta que frustró las presentaciones de Stevie Wonder, Beck y esa gloria del blues que es Buddy Guy. Aún así, el género tuvo en Roy Rogers, Corey Hart y el notable Gary Clark Jr. una representación de lujo.
En tanto el jazz tuvo su equivalente en nombres clásicos como los de Ellis Marsalis, Joe Lovano y Arturo Sandoval, y en las nuevas propuestas de Nicholas Payton y su Afro-Caribbean Mixtape y los Snarky Puppy, despedidos el viernes con una ovación como la que a pocos metros recibía al mismo tiempo la TTB, que repasó repertorio propio y ajeno, con Jimmie Vaughan y Billy “ZZ Top” Gibbons como invitados.
Mientras el funk, el soul y el Rhythm & Blues tuvieron embajadores de alto nivel a dos puntas: por el lado de los clásicos, Irma Thomas, la familia Neville a pleno y Lauryn Hill, entre otros; por el lado de los emergentes, Jon Batiste & Stay Humany el carismático Trombone Shorty, encargado de ponerle fin, con una funkera versión de Cuando los santos vienen marchando, a una magnífica convivencia de latradición y los nuevos aires de buena parte de lo mejor de la música de esta parte del mundo.
El director de orquesta venezolano se presenta este jueves en el estreno de 'Turandot', de Puccini.
El músico había dirigido en el Carnegie Hall de Nueva York, en La Scala y hasta durante la Super Bowl, pero aún le falta un escenario importante por conquistar: la Ópera de Viena.
Llegar a la Ópera de Viena ha tomado tiempo, en un proyecto que ha ido madurando los últimos cuatro años.
El director recordó que se ha educado como músico sinfónico y que su relación con la ópera se ha ido construyendo poco a poco desde sus primeras actuaciones en este género en Berlín y La Scala.
"Tenía 24 años y cuando veo eso y me veo a mí mismo, diez años después, es increíble cuánto he aprendido", declaró Dudamel en un encuentro con la prensa previo al estreno.
Dudamel, que ha dirigido muchas veces a los músicos de la Filarmónica de Viena, con los que actuará en la Ópera, aseguró que el camino hacia este escenario ha sido el adecuado para llegar finalmente a "este templo del arte".
El director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y de la Filarmónica de Los Ángeles insistió en lo importante que es para él tomarse tiempo para aprender y preparar sus nuevos proyectos.
"Yo no tengo la posibilidad de hacer una ópera en dos o tres días, como muchos colegas. Yo no tengo esa habilidad. Yo necesito el tiempo de aprender, crear la atmósfera y disfrutar", aseguró.
Dudamel ya dirigió esta obra en diciembre en Caracas, con la Simón Bolívar y el personaje de Turandot interpretado por la soprano estadounidense Lise Lindstrom, que estará también en el estreno en Viena.
"Ella tuvo la oportunidad de aprender mucho sobre el Sistema y fue muy hermoso", dijo Dudamel, refiriéndose al sistema de orquestas juveniles y coros juveniles de Venezuela en el que él se inició.
El maestro recordó que comenzó a dirigir con once años y que desde entonces tiene una gran responsabilidad.
"En una época, lo quería hacer todo, te quieres comer el mundo. Ahora trato de enfocar mi tiempo y si ves lo que hago, incluso si parece mucho, es mucho menos de lo que hacía antes", explicó.
"Cuando voy a Venezuela, paso allí cinco meses cada año, viajando por el país, trabajando con los niños", relató Dudamel, quien reconoció que el hecho de haber prolongado su contrato con Los Ángeles hasta 2022 le da estabilidad para pensar en el futuro "La Simón Bolívar será para toda la vida mi orquesta", prometió.
Sobre su popularidad, Dudamel dijo que le encanta la gente y le gusta ser reconocido por la calle: "Siento que, de alguna manera, se conectan con un arte al que no estaban acostumbrados".
Ser un símbolo, interpreta, es el sentido de llamar la atención de las nuevas generaciones sobre la música, "es genial", afirmó.
"Es como cuando eres un niño y no te gustan las verduras y cuando creces sí. Cuando se es adolescente no te gusta la música clásica pero cuando se llega a los treinta, sí. Y esa es la generación en la que tenemos que fijarnos", comparó.
"No podemos presionar, desesperarnos sobre cuál será la audiencia del futuro. Está ahí. Dejémosle comer hamburguesas, podemos esperar para las verduras", dijo entre risas. Sobre la obra con la que se estrenará en Viena, Dudamel opinó que es "uno de los grandes monumentos de la Ópera".
"Por eso lo estoy haciendo. Soy muy cuidadoso con las piezas que elijo hacer", confesó el director, quien dijo que para él es muy importante pasar tiempo con los cantantes y conocer el escenario.
Turandot fue el último trabajo de Puccini, que murió en 1924 sin completarlo, una tarea que asumió el compositor Franco Alfano.
El debate sobre si representar la obra hasta el final del tercer acto, donde Puccini la dejó, o si hacerla completa con el final de Afano, es difícil y causa una situación "incómoda", según Dudamel.
"No teníamos muchas opciones para un final. Es muy difícil recrear otro clímax para el drama", afirmó.
Esta obra es conocida entre el gran público por su famosa aria Nessun Dorma, que sonaba en la Ópera de Viena en una de las escenas de la quinta entrega de la saga Mission: Impossible, protagonizada por Tom Cruise y que tuvo su estreno mundial justo en este escenario el pasado verano.
"Ahora soy Tom Cruise aquí. Pero no se preocupen, va a ser una misión posible", bromeó Dudamel al respecto. Dudamel y la Simón Bolívar actuarán a mediados de mayo en el Festival de Pentecostés de Salzburgo con un montaje de West Side Story.
Un espacio abierto sobre este maravilloso universo de la música, la literatura y el arte; y todo lo diverso e interactivo que el interés de la propuesta genere. Los invitamos a seguir nuestro blog para más novedades. Muchas gracias!